Una mujer me escribió un día que los miembros de la Sociedad Americana de Higiene Natural tienden a creer y a enseñar que la alimentación es el factor más importante de la salud. Estoy de acuerdo con ella. Este error es muy común. ¿Tiene Vd. las uñas encarnadas? Necesita un régimen. ¿Tiene Vd. caspa? Necesita un ré gimen. ¿Dolores de cabeza? Necesita un régimen. ¿Parti cipará en los próximos Juegos Olímpicos? Necesita un régimen. «Una alimentación correcta es la vía hacia la salud», es lo que divulgan por todas partes a los hom bres y mujeres que ignoran hasta el sentido de la palabra alimentación.
Una higiene real es una síntesis de todos los factores normales de vitalidad y no simplemente un régimen alimenticio. Tanto como la alimentación, deben tenerse en cuenta el agua pura, el aire puro, el sol, la limpieza, los ejercicios cotidianos, el reposo y el sueño en tiempo oportuno y el equilibrio emotivo. Unos «maestros» y su séquito, que no comprenden nada del higienismo y se han mostrado incapaces de captar todos sus aspectos, están metidos de nariz en los asuntos de alimentación y omiten con desidia todo lo demás. Demasiado ocupados con la nutrición, no son suficientemente sensibles al he cho de que es el conjunto del modo de vida lo que determina el estado de salud o de enfermedad. Este es el principio que debemos comunicar, en lugar de la idea de que es suficiente con cambiar la manera de alimen tarse para encontrarse perfectamente.
La primera causa del descaecimiento de la salud es la enervación, y ésta tiene miles de causas. La enerva ción, que frena el catabolismo y la eliminación, y abre la vía a la toxemia general, es el factor causante, fundamental, de las enfermedades humanas. Demasiado nu merosos son los profesores y los estudiantes inducidos a error por los bioquímicos que reducen al hombre a una ecuación química. El hombre ya no es un organismo viviente que se mueve, que siente y que piensa, sino una probeta en la que se vierten, siguiendo ciertas fórmulas, productos químicos en forma de alimentos, y reactivos en forma de vitaminas, provocando determinadas «reacciones». Según estos bioquímicos, si se manipulan correctamente estas fórmulas, se puede adquirir y mantener la salud sin tener en cuenta los demás factores presentes, a pesar de que ellos mismos reconocen que sus reacciones son tributarias de otros factores.
Para facilitar el ayuno, que constituye un reposo fisiológico, es un medio más segu ro que cualquiera de los regímenes recomendados por los vendedores de milagros. Los rayos solares son mu cho más útiles que un camión de píldoras vitaminadas.
El aire puro, inaccesible para los ciudadanos condena dos al humo y a la contaminación, es igualmente tan importante como la alimentación.
Los residuos radioactivos son muy peligrosos, no sólo para los individuos, sino también para el capital genético de las generaciones venideras. No obstante, no lo son más que los rayos X. Pero muchos de los que se oponen frenéticamente a los residuos radioactivos, se dejan radiografiar con regularidad (o son adictos a la televisión. N.D.T.). ¿Hasta qué grado de inconsecuencia podremos llegar?